Ser costalero. Juan José Castellano Nuñez

Ser costalero es lo más grande que hay en esta vida, al menos para mi y para muchos ''locos''.
Benditos todos ellos que piensan y actúan como yo, porque ser COSTALERO es más que ponerse un costal en la cabeza y una faja o meterse debajo de un paso, eso lo podría hacer cualquiera.

Por extensión, ser capataz es mucho más que vestir de chaqueta y ponerse delante del  paso cuidándolo, el aguador o el que enciende las velas son más que eso o esos penitentes portando un cirio con su túnica y capirote. Cada cargo, cada persona,cada hermano de la hermandad tiene un trabajo, una razón, una promesa que justifica el por qué acompaña al señor y a su madre a realizar el recorrido por las calles de su ciudad.

A mí me gustaría distinguir entre costalero y COSTALERO, la diferencia está bien clara, porque para ser buen costalero, primero ha de ser buena persona. No conozco a ninguna mala persona que sea buen COSTALERO. Humildad, sacrificio, espíritu, afición, bondad, amor propio, honestidad y un largo etc de cualidades, se le añade un poco de fuerza para aguantar el peso de las trabajaderas sobre tu cuello durante horas. Eso es lo que debe reunir un COSTALERO.

Mi vida es serlo y todos aquellos que me conozcan y me quieran así lo deben entender. Ser costalero no es algo que se hace, es algo que se nace.Hay personas que leerán esto y me tomarán por un mero sacapasos, pero el que de verdad te conoce (aunque no te entienda o lo comparta ) sólo con verte ilusionado y todo lo que significa para tí lo aceptan ,esos son los amigos, aunque también los hay que comparten tu afición al costal pero ellos ya pasan a ser parte de la familia, a ser hermanos.

¿Hay algo más bonito que cargar con un peso desmesurado sobre tu cuello acompañado de 40 hombres que comparten su fe? ¿y qué me decís del rachear de un paso o el de un golpe de martillo?
¿hay algo más entrañable que la llamada de un capataz? ¿acaso no te empatizas con un compañero cuando lo ves llorar por alguna razón o promesa?,  todo esto mientras llevamos la misma carga. Decidme ¿hay algo más bonito que ser costalero?.

Este trabajo, conlleva ensayar durante meses, aguantando frío, lluvia, calor y viento. Los traslados, los retranqueos, las reuniones, las igualás además de escuchar las marchas de nuestra banda de música.
Todos estos momentos se resume en una semana, en días, en horas...

A la hora de salir, todos los costaleros bajo el paso con los costales hechos , trás los consejos del capataz y las oraciones antes de salir. Los pelos se te ponen de punta, los nervios aumentan cada vez más, hasta que el cerrojo de ese gran portón se escucha y el corazón deja de latir por un segundo, en ese momento afloran todos tus sentimientos.

Una vez el capataz llama con el martillo, se toman fuerzas, se meten riñones y se emprende el camino...con suavidad, mecida cortita y paso decidido. Pasado el dintel, se notan los nervios y la espectación de los fieles, midiendo los costeros, pasito a paso, hasta que la gente arranca un aplauso que es merecedor de dicho trabajo. Cada paso, cada chicotá, cada levantá hace que el corazón se dispare...y la gente nos anime a seguir en cada esquina, en cada balcón  ya que nos transmite fuerzas y esperanzas.

De vuelta a su templo, a su parroquia, entre lágrimas de emoción y de no querer acabar la experiencia, esto hace que la recogida sea tan impresionante que es indescriptible. En la puerta damos la revirá al paso y cada corriente, fijador y costero hacen un último esfuerzo para recogerlo.
Dentro, todos los hermanos, nos abrazamos y nos felicitamos mutamente por ese sufrido, deseado y emotivo recorrido.

En ese instante se vuelve a plantar la semilla de ilusión, de nervios y de entrega para que ese paso vuelva a poner los pies en la calle el año que viene.
Ser costalero es el orgullo de saber que se está en este mundo para servir, como nos dejó él en su palabra ...ser costalero es andar por esta vida con Dios y la Virgen .

Hay un oficio que llena de plenitud a ciertos hombres que oyen sus corazones,que aman el costal.. eso es SER COSTALERO.

Ser costalero, Juan José Castellanos Nuñez.