miércoles, 11 de septiembre de 2013

Hermandad del Calvario

                                            HERMANDAD DEL CALVARIO

Fue fundada en el año 1572 en el hospital de Nuestra Señora de Belén, ubicado en la Ballestilla, en la collación de San Salvador. Sus hermanos eran en su mayoría un grupo de mulatos, esclavos y libres, que vivían en la ciudad de Sevilla, por entonces principal puerta de Indias, con una importante población de gente de color que se agrupaban en el barrio de San Ildefonso.
Dicha Hermandad asistió en el año 1579, como corporación de sangre, al traslado de los cuerpos regios hasta la Capilla Real de la catedral hispalense, portando un estandarte blanco y ocupando el séptimo lugar. Unos años más tarde, en 1587, y con motivo de la reducción de hospitales decretada por el arzobispo don Rodrigo de Castro, pasó a la iglesia de San Ildefonso. Allí sus miembros, en su mayoría mulatos, tomaron capilla propia con puerta a la actual calle Rodríguez Marín. Pocos años después, en 1596, presentó nuevas Reglas, que les fueron aprobadas por la autoridad eclesiástica.
En 1623, con la reducción de cofradías decretada por otro arzobispo, don Pedro de Castro Quiñones, se agregó a la de la Hiniesta. Por aquél tiempo se sabe que hacía estación de penitencia en la tarde del Miércoles Santo con tres pasos: un Ecce Homo, un Crucificado llamado del Mandato, y una Dolorosa bajo palio.
De aquella Cofradía de los mulatos no se vuelve a tener constancia hasta 1680. Y también en 1697, cuando un hermano, Tomás Marcelo, hizo donación de un manto de felpa negra para la imagen de Nuestra Señora de la de la Presentación. Durante el siglo XVIII la Cofradía seguía en la iglesia de San Idefonso donde, en 1712 adquirió una capilla a censo perpetuo, haciendo algunas reparaciones en ella. No obstante, en 1731, y viendo disminuido su número de hermanos, realizó su última salida penitencial. Décadas después la corporación estaba desasistida y, en 1791, al cerrarse por ruina el templo de San Ildefonso, quedó completamente extinguida.
En el año 1798 se llevó a la iglesia cerrada la imagen de un Crucificado que antes había pertenecido a la congregación del Calvario, de la iglesia parroquial de la Magdalena; un Cristo realizado por Francisco de Ocampo en 1611 a instancias de Gaspar Pérez de Torquemada`para presidir la Capilla de su patronato de la Iglesia de Santa Catalina, que pasó a ocupar el lugar del antiguo Cristo del Mandato.
Casi un siglo más tarde se reorganiza la Cofradía en torno al Santo Cristo y se redactan nuevas Reglas, que se aprueban en 1886. En 1888 realiza estación de penitencia en la tarde del Miércoles Santo, continuando así hasta 1899, cuando por nuevos estatutos, lo hace en la madrugada del Viernes Santo, como hasta ahora.
En 1908 se traslada a la Iglesia de San Gregorio, y desde 1916 y hasta la actualidad, reside en la Iglesia de la Magdalena.                                                                                                                                             CURIOSIDADES                                                                                                                                     
Es una de las cofradías más austeras de la ciudad, y sus nazarenos realizan la procesión en absoluto silencio, lo que produce un gran contraste cuando realiza la carrera oficial entre la Hermandad de la Esperanza Macarena y la Hermandad de la Esperanza de Triana. Sus nazarenos visten túnicas negras de ruan, de cola, que llevan echada sobre el brazo, con cinturón ancho de esparto y alpargatas negras con suela de esparto. 
Su decoración de hojarasca en el canasto es símbolo de la primavera, y nos habla plásticamente de la regeneración de las almas a través de las buenas obras. Los respiraderos se enriquecen con catorce aplicaciones bordadas en oro, a base de flores que aluden a las virtudes marianas. Las rosas manifiestan la belleza física y espiritual de la Virgen como Madre del Altísimo. Los tulipanes significan nobleza, pureza y santidad. Los lirios insisten en la pureza que María conservó entre los pecados del mundo. Las azucenas abundan en el significado de la virginidad. Y los jazmines blancos aluden a la gracia, elegancia y amabilidad.
El primer paso representa a Cristo muerto en la cruz. La imagen de fue tallada en 1612 por Francisco de Ocampo y restaurada en 1940 y en 1988; lleva potencias en oro de ley. El paso es de estilo neobarroco, en madera de caoba, alumbrado por cuatro hachones de cera color tiniebla.
El segundo paso de la Hermandad es el palio de la imagen dolorosa con advocación a Nuestra Señora de la Presentación. La imagen fue realizada en el siglo XIX (primera mitad se estima) por (atribuida) Juan de Astorga. Destaca la colocación de sus manos, así como las grandes pestañas postizas que pretenden conferirle realismo a la imagen. Lleva corona de plata dorada y manto realizado en terciopelo azul con bordados en oro, obra del taller de Juan Manuel Rodríguez Ojeda

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