jueves, 17 de octubre de 2013

SANTO ENTIERRO

                                                     SANTO ENTIERRO

   
Su origen se remonta al año 1582 cuando un alfarero genovés, Tomás Pessaro, promovió una Hermandad en honor a Nuestra Señora de Villaviciosa, en un hospital de la calle Cocheros.
Tras la reducción de los hospitales decretada en 1587 por el arzobispo Rodrigo de Castro Osorio, la Corporación se trasladó a la iglesia de Santa Catalina, pasando en 1591 a una capilla de los Humeros conocida como Oratorio del Calbario o de Colón. Instituida luego como Cofradía de penitencia, inculcó la devoción por el Santo Entierro de Cristo. Según cuenta el abad Gordillo, el Jueves Santo de madrugada ponían en el collado del Oratorio un Crucificado con la Virgen, San Juan, las Marías y los ladrones, quedando así hasta el Viernes Santo a las tres de la tarde. Entonces se predicaba el Descendimiento, bajando el cuerpo de Cristo para colocarlo en brazos de la Madre y se disponía a continuación el Santo Entierro, con disciplinantes, cruces parroquiales, religiosos de distintos conventos, tambores, cantores, cofrades con túnicas negras y la imagen del Cristo muerto llevado en andas hasta la Catedral. De vuelta se dirigían al convento de San Pablo y allí dejaban la imagen en un sepulcro. El Domingo de Resurrección la Cofradía regresaba a San Pablo y volvía con el Señor, ya resucitado, a su capilla de los Humeros. Así se siguió hasta 1604, año en que el arzobispo Fernando Niño de Guevara prohibió por decreto este tipo de representaciones. La Cofradía tomó gran auge a finales del siglo XVI y principios del XVII. Se cree que en 1592 contaba con más de mil hermanos y de dos mil hermanas, entre ellos, muchos genoveses. En 1601 se instituyó en la capilla de la Hermandad el colegio de San Laureano.
En ese tiempo, y hasta finales del XVII la alegoría de la Santa Cruz se encargaba cada año a un pintor o escultor. El paso debía componerse de un monte figurado con la Cruz en el centro y con sudario. Al pie, la muerte, representada por un esqueleto con una guadaña y una corona real sobre la cabeza. De otra parte, desde principios del mismo siglo la Cofradía modificó su primer paso por la adquisición de la talla del Cristo yacente atribuida a Juan de Mesa.
A finales de la centuria la cofradía entra en un tiempo de decadencia, lo que dio luga a la pérdida de muchos de sus enseres y alhajas, hasta que hacia 1686 el presbítero Manuel Contreras volvió a rehacer el patrimonio, contratando nuevo paso y urna para el Cristo, que fue estrenado en 1693.                                Durante el siglo XVIII esta Hermandad realizó su estación de penitencia con abundante esplendor, llegando en ocasiones a tener carácter de gran acontecimiento. De estre ellas destacó la de 1729, que fue presenciada por el rey Felipe V y su séquito.
Sin embargo durante la centuria siguiente tuvo ciertos altibajos pues, con la destrucción del colegio de San Laureano por las tropas francesas en 1811 se perdieron sus imágenes, pasos y enseres, salvo los titulares, el Señor y la Virgen, que fueron llevados a San Juan de la Palma. Durante las décadas posteriores la Cofradía cambió de sede por varias iglesias de la ciudad. Así, en 1834 desde el convento de la Merced pasó a San Pablo; de regreso a la Merced volvió de nuevo a San Pablo en 1840. Posteriormente pasó a San Buenaventura, a la casa del Hospital de la Misericordia, a la capilla del antiguo compás de San Pablo en 1847, al colegio de San Francisco de Paula en 1850, a San Juan de la Palma, y finalmente a San Gregorio.
El hecho de que el escultor Juan de Astorga fuera hermano se esta corporación ayudó a que la Hermandad pudiera rehacerse de las importantes pérdidas sufridas por la ocupación de las tropas napoleónicas. De hecho, se encargó de reataurar la talla de la Virgen y de la Muerte, y realizó las de los santos Varones y las tres Marías.
Las imágenes de la Muerte y del Cristo fueron encarnadas por José Bécquer, padre del poeta Gustavo   Adolfo.
CURIOSIDADES DE NUESTRAS HERMANDADES Y COFRADÍAS                                                 El primer paso, es conocido popularmente como La Canina. - En su cortejo, lleva representaciones del resto de cofradías penitenciales de la ciudad, cada una con sus respectivas túnicas, lo que le da mucho colorido. - Lleva en la comitiva representaciones civiles y eclesiásticas. - El hermano mayor de esta hermandad es el rey Juan Carlos I de España, mientras que el que es electo, es el hermano mayor en funciones. - Pueden salir mujeres nazarenas desde año 2011 por un decreto arzobispal.  La iglesia del Santo Sepulcro donde tiene sede, perteneciente a los padres Mercedarios, cuenta con una amplia actividad cultual, con varias misas diarias y confesiones.Fue una de las hermandades convocadas al Vía Crucis de la Fe de Sevilla, que se celebró el 17 de febrero de 2013. Sin embargo, los pasos no salieron a causa de la lluvia. Fue una de las hermandades que tomaron la decisión de no salir.                                 

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